jueves, 10 de junio de 2021

Lise Meitner, una ilustre desconocida de la ciencia

 


La figura que he escogido para este reto nº 2 es la de una gran científica de talla mundial, y pese a ello una gran mujer invisibilizada. Si bien el nombre de Marie Curie resulta familiar a cualquiera hoy en día, Lise Meitner (1878-1968) es para la gran mayoría una completa desconocida.

Y sin embargo, se trata de una de las científicas más destacadas de la primera mitad del siglo XX en el ámbito de la Física. Por supuesto, también es otro ejemplo de resiliencia y persistencia frente a las dificultades que la desigualdad de género (entre otras) le puso por delante.

En primer lugar, pese a destacar en matemáticas y física desde joven, debió examinarse por libre con el apoyo de su padre para acceder a la universidad, puesto que en su época, los Gymnasium (escuelas de secundaria) austríacos no admitían mujeres.

Ya doctorada, desde 1907 trabajó en la Universidad de Berlín donde llegaría a ser la primera profesora universitaria de Física en Alemania, en 1922. Esos años tampoco serían fáciles: durante su primer año en Berlín, la Universidad seguía formalmente vetada a las mujeres por lo que Meitner debía entrar clandestinamente por una puerta trasera del sótano.

Adicionalmente, los orígenes judíos de Meitner hicieron que con la promulgación de las leyes raciales por la Alemania nazi en 1935 perdiese sus puestos en la universidad berlinesa y que, ante el riesgo para su vida, terminase huyendo a Suecia en 1938 donde continuó ejerciendo sus investigaciones hasta la jubilación en 1960.

Entre otros logros, se la considera codescubridora del Protactinio (Pa), elemento químico nº 91 junto con su colaborador de cerca de treinta años, el alemán Otto Hahn. El propio Hahn, junto al químico Fritz Strassmann, lograron por primera vez producir artificialmente una fisión nuclear bombardeando uranio con neutrones. 

La colaboración de Meitner resultó esencial, si bien Hahn publicó sus hallazgos en la revista Nature en 1939 omitiendo la participación de Meitner, bajo el pretexto de que las autoridades nazis no permitirían la publicación si en ella hubiese figurado una autora judía.

Sea como fuere, su firma en solitario en el artículo de Nature le supuso a Hahn la concesión  del Premio Nobel de Química 1944 por el descubrimiento de la fisión nuclear, invisibilizando la labor de Lise Meitner en tamaño logro científico.

Y aunque cabe otorgar el beneficio de la duda al alemán y ponderar la dificil situación que sin duda vivirían en aquellos años de tensión racial y prebélica en la Alemania de los años 30, amén de su amistad de varias décadas con la propia Meitner y su participación activa para ayudarla a escapar de Alemania, la decisión de la academia sueca de omitir a Lise Meitner se produjo sin embargo varios años más tarde y es difícilmente comprensible salvo a la luz de una manifiesta discriminación por razón de género. De hecho, es una de las decisiones más controvertidas de la historia.

Sobre todo, cuando la valía intelectual de Meitner fue reconocida en todos los sentidos por sus colegas, compañeros, profesores... casi todos ellos hombres, y muchos de ellos siendo hoy en día reconocidas figuras científicas en sus campos respectivos: Planck, Boltzmann, Bohr, Einstein...

Cualquier estudiante de secundaria actual reconoce sin duda apellidos ilustres como estos, pero sin embargo los libros de texto y planes de estudio actuales siguen sin hacer mención a Meitner. Que las gafas violeta escaseaban en 1944 es un hecho, pero da que pensar que todavía escaseen (al parecer) en 2021.

Abajo derecha, Lise Meitner en la conferencia Solvay de 1933. Asisten entre otros Bohr, Rutherford, Einstein, De Broglie, Fermi... Las dos únicas mujeres asistentes junto a Meitner, Marie Curie y su hija Irene Joliot-Curie -quién recibiría el Nobel de Química en 1935-.


El motivo por el que escogí a esta mujer es el de ser una de las grandes pioneras que allanó el terreno para que las mujeres accediesen no sólo a estudios superiores sino a posiciones en la docencia y en puestos de responsabilidad en instituciones universitarias.

Adicionalmente, sus raíces judías en el contexto del auge del nazismo añadieron aún mayores dificultades al desempeño de su carrera profesional en igualdad de condiciones con respecto a otros coetáneos suyos.

Para la realización de esta tarea he utilizado diversas fuentes online, entre las cuales estarían:

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